La propuesta de la Bancada Naranja da voz al trabajo de la Dra. Claudia Figueroa Ibarra por su investigación en este tema y a la lucha de la Asociación Civil “Padres del Cielo”.

“El reconocimiento a la importancia de reducir la mortalidad materna y neonatal, debe acompañarse de acciones concretas para atender las muertes que persisten y de garantizar el derecho de las mujeres que la padecen, de no vivir discriminación y violencia”.

Hermosillo, Sonora 12 de octubre 2022.- Romper el silencio de la muerte gestacional, perinatal e infantil, es apoyar a las familias que viven la pérdida de hijas e hijos, para avanzar en establecer políticas de acompañamiento profesional, humano y sensible, que permitan promover un sano proceso de duelo.

Hoy el H. Congreso del Estado aprobó iniciativa de Ley que declara el 15 de octubre de cada año como el “Día Estatal de Concientización sobre la Muerte Fetal, Neonatal e Infantil”, por lo que Sonora se convierte en el primer estado del país en conmemorar y establecer oficialmente este día.

La muerte y el nacimiento son vistos como eventos separados, que ante un nacimiento sin vida parecieran invalidarse, creando un tabú social y deja de lado a las familias que enfrentan una situación de muerte gestacional (antes de nacer) o neonatal (primer mes de vida).

Durante 2021, en México se reportan 23,000 muertes fetales (a partir de las 12 semanas de gestación), mientras que en Sonora se reportan 522. A nivel nacional la tasa de muerte fetal en 2020 fue de 13.9 y a nivel estatal de 15.8 por cada 1,000 nacimientos.

Las cifras no llegan a reflejar el verdadero y complejo problema de las muertes fetales y neonatales, estos datos solo muestran una parte de esta realidad, detrás de cada número hay una mujer, una familia, un círculo social que sufre la pérdida de sus hijas e hijos.

Existe una falta de protocolos que dicten la atención del sector salud en estos casos, de manera que, tras el fallecimiento, las mujeres tienen poca oportunidad de decidir al respecto, sin permitirles una despedida digna o información adecuada sobre el puerperio y lactancia.

El estudio de Figueroa (2022) resalta que, tras la pérdida, algunas sonorenses sufren depresión, síndrome de estrés postraumático, trastornos de sueño, crisis de ansiedad e ideaciones suicidas, mucha de esta sintomatología se relaciona a la atención recibida en las instituciones de salud y con la falta de legitimidad social percibida por su entorno.

Por lo anterior, la Bancada Naranja también propuso diversas reformas y adiciones a las leyes de Salud y Servicio Civil a fin de garantizar el trato digno, respeto y protección de los derechos humanos y el bienestar físico, psíquico y emocional de las mujeres que pasan por este proceso.

Así todas las instituciones de salud instauren protocolos para la atención integral y multidisciplinaria de la muerte fetal y perinatal, para que las mujeres y sus familias puedan tener un espacio que brinde privacidad y permita el acompañamiento, un espacio que facilite tener momentos de despedida con las hijas e hijos, además de atención de su salud mental en la etapa posterior.

Mientras que en el aspecto laboral los días otorgados de licencia tras la pérdida de los hijos son pocos o nulos. Cuando las mujeres solicitan un alta voluntaria, con la finalidad de poder acudir a los servicios funerarios, pierden sus derechos de incapacidad y se ven en la necesidad de regresar al trabajo de manera inmediata.

Con las reformas y adiciones propuestas se busca que todas las mujeres tengan igualdad de oportunidades en relación a recibir la incapacidad correspondiente.

La Bancada Naranja reconoce el acompañamiento de la Dra. Claudia Figueroa Ibarra por su investigación y acompañamiento en la realización de esta iniciativa, así como a la Asociación Civil “Padres del Cielo”.

Con estas acciones avanzamos en la construcción de un marco jurídico que garantice la creación de mejores políticas públicas.

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